Política de Inteligencia Artificial (IA)

Tomando como principal referencia las recomendaciones del Committee on Publication Ethics (COPE) y la guía de buenas prácticas para la edición científico-académica del CSIC, el BEE entiende que el uso de inteligencia artificial (IA) y de herramientas asistidas por IA puede suponer una tecnología auxiliar, un apoyo útil, siempre que se utilice con responsabilidad y prudencia, se declare su uso de forma transparente y detallada, y sus resultados sean revisados, corregidos y aceptados por los autores. El BEE establece que las herramientas de IA no cumplen los requisitos de autoría. El deber de transparencia, además, obliga a establecer siempre un control y supervisión por parte de quienes asumen la autoría, la edición o la revisión. Los autores deben verificar la exactitud, precisión, validez, pertinencia e integridad del material generado por la IA, prestando especial atención (aunque no solo) a las referencias inventadas y a los sesgos que pudiera introducir. Así, quienes firman un artículo son totalmente responsables de la exactitud, precisión, validez, integridad y originalidad (en concreto, de la ausencia de plagio) del contenido de su original, incluidas las partes generadas por una herramienta de IA. Así, se recomienda a los autores hacer un uso de la IA acorde a los principios éticos del COPE y de lo indicado en la Guía de buenas prácticas para la edición científico-académica de Editorial CSIC.